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domingo, 28 de marzo de 2010

La Agresividad Puede ser Frecuente en los Felinos

La agresividad puede ser frecuente en los felinos

Un felino que juega saltando sobre su dueño, colgándose o rasguñándole las piernas tiene una solapada forma de atacar.

Por María Paz Carvajal

Después de los problemas de eliminación (marcaje o micción inadecuada), la agresión es la segunda alteración conductual más frecuente en felinos.

Muchas veces pasa inadvertida, "porque el gato es un animal más territorial que social. Es más solitario, se le cree más arisco y muchos todavía pasan fuera de la casa", comenta María Paz Iturriaga, médico veterinaria del Centro de Referencia Médico Felina Moggie Cat's. Sin embargo, ahora que muchos viven en departamentos, los dueños ya están notando el problema.

La profesional explica que la más común hacia las personas -y que no se le suele dar importancia- es la agresividad por juego. "Durante el juego se integran conductas predatorias, de agresión y de exploración, pero el gato tiene las garras retraídas y controla la mordida. Cuando hay agresión, es típico que el animal que está agachado y acechando, salte y ataque piernas, manos o incluso cara".

Eso no es normal. El problema es que el dueño refuerza el comportamiento, poniéndose a gritar y agitando sus extremidades. Lo mejor es tener juguetes adecuados para que el gato desvíe su atención hacia objetos.

La agresividad hacia pares puede darse con el gato vecino o con su propio compañero de casa cuando éste vuelve al hogar después de haber pasado algunos días, por ejemplo, hospitalizado (agresión territorial). "Ese gato perdió las marcas del grupo y al olfatearlo se le desconoce".

Algunas salidas

Frente a una amenaza, el gato puede huir, quedarse paralizado o atacar, "y es frecuente que los gatos con mala socialización estén más predispuestos a esto último, pues hay muchos estímulos que nunca han enfrentado".

La etapa de socialización en gatos va desde la segunda hasta la séptima semana de vida. Es un período sensible a todos los estímulos externos en que adquiere autocontrol y aprende a interactuar con otros, por lo que es ideal que sean manipulados por muchas personas (mínimo cuatro), que tengan contacto con otros gatos, animales de diversas especies y que se habitúen a ruidos fuertes. En gatos, se ha visto la conveniencia de acariciarle el vientre a la hembra preñada, pues desarrollan su sensibilidad táctil a los 21 días de gestación.

Si ya no se hizo este paso. Se puede aplicar terapia conductual. Por ejemplo, el contracondicionamiento (premio-castigo). Al presentar los signos iniciales de agresión (bajar las orejas, emitir ruidos, mover rápido la cola), el dueño debe usar un estímulo aversivo para interrumpir la conducta (por ejemplo, un chorro con pistola de agua). El maltato físico les causa mayor ansiedad y miedo. Ante conductas de agresión, el amo nunca debe acariciarlo o darle comida para tranquilizarlo, ya que así sólo se potencia el problema.

Los gatos enemistados se pueden poner en piezas contiguas, pero divididas por una malla. Cada día poner los respectivos platos de comida un poco más cerca, pero apenas presenten intención de agredirse, retrocederlos. Retirar la malla sólo si han pasado un par de días comiendo casi al lado y sin querer atacarse.

En los casos más severos pueden usarse fármacos bajo supervisión médica; las flores de Bach también funcionan. Medidas que siempre deben acompañarse de terapia comportamental.



viernes, 12 de marzo de 2010

Para Pensar .....Luego Actuar..

Desde el Grupo Amigos de los Gatos te rogamos que si quieres tener un animal de compañía, en vez de ir a comprarlo a una tienda o un criadero mejor te vayas a un refugio o a una perrera y lo adoptes. En estos sitios hay perros y gatos de todas las edades, y también de pura raza (los abandonan y maltratan igual, después de haber pagado por ellos), si es que te empeñas en este punto. Pero pagar por un animal, hoy en día, no es necesario. Mejor ahorra ese dinero para invertirlo en lo que él necesita, no en comprarlo.

De todas formas, hay algunas preguntas que debes hacerte antes:

¿Por qué quieres un animal de compañía?

Parece mentira que tan poca gente se haga esta pregunta "antes de". No hay error más grande que adoptar una animal sólo "porque lo piden los niños" u otros motivos igual de irresponsables. Hay que tener en cuenta lo importante: el gasto que supone en dinero y tiempo, las preocupaciones, el atenderlo debidamente en todos los aspectos (físicos y psicológicos), y el hecho de que viven entre 10 y 20 años. Has leído bien, muy bien.

Plantéate el tema como "un gran tema" que se te viene encima, y a partir de ahí busca las razones que te puedan llevar a decir que sí. Es lo mejor, sobre todo para el animal.

¿Tienes tiempo para él?

Los animales de compañía, aunque parezca de Perogrullo, son para acompañarnos y para estar acompañados. De ahí el nombre: de compañía (pero mutua). Por tanto, estar cansado, enfadado, etc. no sirve como excusa. Hay que atenderlos, ponerles la comida y el agua, sacarlos si son perros, llevarlos a hacer ejercicio, pasar un rato con ellos, y eso cada día, durante todos "sus" días.

Mira bien tu agenda de los próximos años o tu rutina diaria antes de coger el animal, porque acabará en un refugio (con suerte) cuando te agobies. La frase "no podemos atenderle debidamente" es tan habitual como lamentable, y es la coletilla favorita del 70% de los intentos de abandono.

¿Puedes mantenerlo?

No te pienses que el animal se sustenta del aire, y que sencillamente "está" ahí. Mantener un animal de compañía cuesta dinero, no tanto para tener que pedir un crédito bancario, pero sí lo suficiente para que se incluya en la partida de gastos fijos de la casa:
• Gastos seguros: alimentación, vacunas, correas y collares, esterilización (este gasto te lo sueles ahorrar si lo adoptas en un refugio), juguetes, elementos de higiene, desparasitadores (interno y externo).
• Gastos posibles: adiestramiento, atención veterinaria por accidente o enfermedad, residencia, etc.

¿Te ves capaz de afrontar los problemas que te dé?

Volviendo a que el animal no se limita a "existir" ahí, se presentarán una serie de incidentes relacionados con él que debes estar dispuesto a asumir: que un día vuelva a casa lleno de pulgas, que destroce algún mueble si no está educado, emergencias de salud, etc.
Como no eres de "esos" que de inmediato despachan al animal a la calle, carretera, perrera o vida eterna, si no has tenido perro o gato antes debes informarte lo mejor posible sobre estas cosas.

Por cierto, por si no lo sabes, y porque hay quien ha abandonado un animal por uno de estos dos motivos, te informamos que:
• Suelen hacer caca una vez al día, no una vez a la semana.
• Sueltan pelo (menos los "calvos": Crestado Chino, Peruano Desnudo, Sphinx).

¿Puedes tenerlo donde vives?

Un perro viviendo en un jardín o patio, en plan vigilante de seguridad solitario, que ve a su dueño una vez al día o a la semana, cuando le trae una perola de pienso y un cubo de agua, es un animal condenado a padecer muy graves alteraciones de conducta, y por ello está considerado como maltrato por muchas leyes.

Aclarado esto, antes de ir a recoger al animal, e incluso antes de empezar a buscarlo, pregunta si donde vives se admiten animales o si hay alguna restricción al respecto (perros no pero gatos sí, etc.).

¿Tu ritmo de vida es adecuado para este animal?

Aquello tan manido de "perro pequeño porque tengo piso pequeño" vale más que lo pongas en el baúl del olvido. El tamaño del animal no es un buen criterio para elegirlo, sólo una variante a considerar pero no en relación al tamaño de la vivienda. Puedes pensar en un perro muy pequeño o en un gato si viajas mucho y quieres asegurarte de que pueda ir en cualquier medio de transporte, pero no "porque vivo en un estudio".

Además hay otra cosa: en general, el perro cuanto más pequeño más movido (y ladrador cuando se agobia), y cuanto más grande más tranquilo y más calladito. Al pequeñajo tendrás que sacarlo a pasear muchas más veces para que se "descongestione". Conocemos el caso de una persona viviendo en un estudio parisino de 40 m2 con cinco Irish Wolfhound (110 cm a la cruz), en casa estaban tan tranquilos, pero paseaban al menos 5 horas al día, una de ellas de carrera libre.

Si va a estar contigo gran parte del día, adopta el que quieras, pero si debe pasar tiempo en casa, no mires el peso, mira el "talante". Tú y el perro debes adaptaros el uno al otro, y lo mejor es empezar con buen pie, que los problemas ya llegarán solos.

¿Es ahora un buen momento?

No siempre es un buen momento para asumir la responsabilidad del animal en casa. Y no sólo por motivos económicos, así que piénsalo muy fríamente, porque hay algunas circunstancias aconsejan esperar un poco:
• Tienes niños menores de seis años
• Estás estudiando y vas cambiando de sitios
• Estás en la Administración, el ejército u otro cuerpo que supone traslados.
• Por tu trabajo ahora viajas mucho.
• Anímicamente no estás en tu mejor momento.
• En casa no hay acuerdo general, o el ambiente familiar no es del todo relajado porque hay problemas en la convivencia.
• ...
La tenencia responsable también implica el inicio responsable de la convivencia, no lo olvides.

¿Ya has pensado en las vacaciones?

Si no puedes llevártelo cuando te vas de vacaciones o de fin de semana, piensa que si es un perro no puedes dejarlo sólo en casa (el gato es más "factible"). Cuenta con que familiares o amigos tendrán que hacerse cargo de él, o bien tendrás que pagar una residencia.

¿Vas a ser responsable?

Piensa que la ley te obliga a determinadas cosas, y la conciencia a determinadas otras. Legalmente debes necesariamente inscribirlo en el censo de tu ciudad, ponerle el microchip, brindarle la atención veterinaria necesaria, mantenerlo en condiciones dignas (está prohibido tenerlos atados todo el día).

En conciencia, debes esterilizarlo y procurarle un ambiente de vida realmente integrado dentro de la familia, darle una dieta sana, facilitar que haga ejercicio físico, y simplemente quererlo.

viernes, 5 de marzo de 2010

Fidelidad Felina.....a Toda Prueba

Fidelidad felina

Solamente quien no conozca bien a los gatos, puede decir que estos sean falsos, o de poca fidelidad con su amo . . .

Al hablar de fidelidad de una mascota, por lo general la gente piensa inmediatamente en el perro; sin embargo aquellas personas que disfrutamos del amor y la compañía de un gato, sabemos que la fidelidad y afecto de éstos por su amo, puede llegar a los mayores límites de entrega y hasta sacrificio.

Solamente quien no conozca bien a los gatos, puede decir que estos sean falsos, o de poca fidelidad con su amo.

Aparte del vínculo afectivo que une a la gata con sus cachorros -su entrega es tal que puede llegar a dar su vida por ellos- los felinos domésticos no manifiestan un apego especial hacia sus congéneres.

Dos o más gatos que vivan en la misma casa pueden hacerse mutua compañía y hasta ser afectuosos entre ellos, mas por lo general, el único vínculo importante y profundo para un gato, es el que lo une a su amo. La relación entre el gato y el hombre, puede hacerse mas estrecha que la que se establece habitualmente entre dos gatos.

Para nadie es un secreto que los gatos son animales independientes, capaces de autoabastecerse en cuanto a alimentación se refiere, que no soportan permanecer encerrados por mucho tiempo. No obstante, los lazos que crean con sus amos llegan a ser tan fuertes y de tal compenetración, que echan por tierra cualquier duda o teoría al respecto.

El lugar en el que vive felizmente y la figura del amo afectuoso, se funden en una única entidad a la que el animal se siente profundamente ligado. Se une con un profundo sentimiento de afecto a la persona que le atiende y le manifiesta su amor, y que no duda en dirigirle palabras cariñosas, o en cogerlo en brazos y acariciarlo.

En realidad, hay que decir que la capacidad de encariñarse con el amo, depende directamente de lo que éste haga por ganarse su cariño. Con el gato no sucede como con el perro, animal dispuesto a querer a cualquier amo, aunque éste sea malo y hasta le maltrate. El amor del gato es muy valioso, ya que el amo debe saber ganárselo. Ciertamente, el gato se encariña sólo con las personas que lo tratan bien, que le proporcionan alimento y abrigo: exactamente lo que ocurre con los seres humanos.

Los gatos pueden amar a su dueño con inusitada intensidad, como se ha visto en muchos casos, de gatos que inclusive se han dejado morir de hambre, tras la desaparición de su dueño.

En un momento determinado, son valientes y hasta pueden arriesgar su vida por ayudar a su amo si le ven en peligro. El gato posee uno de los sentidos mas agudos de percepción, que tenga animal alguno en la naturaleza, y eso le permite ser un excelente detector de situaciones que puedan afectar el ambiente natural de su entorno, siendo mas fieles con sus amos de lo que parecen o de lo que algunas personas puedan creer.

Muchas veces, nosotros creemos que somos los únicos que tenemos un instinto de protección, sin embargo, nuestras mascotas, y en mucho nuestros gatos, que han demostrado lo contrario, y en muchos casos han procedido de forma tal, que han salvado vidas, asombrosa y milagrosamente. Fidelidad Felina? A toda prueba !